Cuatro componentes para conectar a través de tu comunicación.
Muchas veces en nuestra vida, tenemos la misión de comunicar efectivamente un mensaje. No siempre nos resulta fácil lograrlo. En realidad, bajo nuestra comunicación existen varios «pecados» que nos impiden entregar ese mensaje clave en algunos momentos trascendentes a lo largo de nuestra vida. Es posible que nos cueste valorar los beneficios de la sencillez pero hay una realidad: entre menos complejo sea mi lenguaje, más efectiva será mi comunicación. En mi vida profesional, he encontrado innumerables ejemplos donde la gente piensa que decirlo de forma compleja te hace ver más inteligente. Hace poco miré un video en YouTube de un nutricionista que intentaba contarme los beneficios de la flor de jamaica. La verdad es que no me acuerdo de ninguno, pero lo que sí tengo muy presente, fue que su video fue denso y lleno de lenguaje científico al punto que me hizo pensar que ese canal de YouTube estaba dedicado a la comunidad científica.
Nuestra función como líderes y como buenos comunicadores debe centrarse en darle claridad al tema que estemos tratando. Sumarle cualquier complejidad, en lugar de ayudar, es una poderosa resta a la ecuación. Lo que sí es muy cierto, es que lograr que las cosas sean sencillas es una destreza más y totalmente indispensable si lo que deseas es crear vínculos con las personas que te comunicas. John Maxwell, en su libro EL PODER DE LAS RELACIONES dice que «No se mide a un gran profesor por sus conocimientos, sino por los conocimientos de sus estudiantes». Cómo cambiaría la educación formal si esto fuera tenido en cuenta. Aunque volver sencillo un tema, es un desafío que depende de cómo se aborde el lenguaje «tecnico» de cada profesión, proyecto o rama del conocimiento que estemos manejando, existen cuatro elementos que pueden apoyarte a trasmitir con más claridad tu mensaje o a conectar mejor con tu auditorio. Si logras incluirlos en tu comunicación, vas a tener mayor receptividad al mensaje. Así que, del mismo libro de Maxwell, te comparto aquí cuatro componentes para conectar a través de la comunicación.
1. Humor: Usa elementos que hagan reir a las personas. Es importante aclarar aquí que no es transformarse en alguien que no eres. El humor es esa fina capa que hace sentir bien a los demás mediante algún comentario apropiado y gracioso que genere una sonrisa de simpatía. Por lo tanto, hay que tratar de encontrar el fino humor que no te haga quedar mal, pero que genere simpatía. Lo cierto es que una sonrisa abre fácilmente el canal de comunicación y esa es la gran misión que debes lograr al incluir este elemento en tu comunicación. Usala sábiamente y sin exagerar ni pasar a ser el «cuentachistes» incómodo de la reunión.
2. Corazón: Sensibiliza a través de los sentimientos. Cuando logras cautivar las emociones de las personas con las que deseas conectarte abres canales de comunicación que empoderan tu mensaje y generar mayor recordación. Un recurso que uso muchas veces en mis conferencias es el apoyo de videos cortos que dejan, de alguna forma, moviendo los sentimientos de mi auditorio. El resultado: la gente se conecta con tu charla y reduces resistencias para llegar más profundo en tu comunicación. Analiza por ejemplo, cuántos videos virales has recibido que lo que tienen en el fondo es un mensaje cautivador que toca los sentimientos.