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Uno de los grandes aprendizajes que cambió en los últimos años mi realidad financiera fue el aprender que todos mis ingresos monetarios podían tener unos propósitos definidos, sobre los cuales yo haría la administración de mis recursos económicos.  Acostumbrado a vivir plenamente con lo que ganaba, me di cuenta que si de una emergencia se tratara, no iba a tener una mayor estabilidad económica.  Hoy en día, en tiempos de coronavirus, uno de tantos aprendizajes ha sido lo fundamental que es tener definidos los gastos mensuales y los fondos de emergencia.  Agradezco a la vida que esta información me haya llegado un año y medio antes y que pude tomar acción para estar en una mejor posición económica y tener una preocupación menos en tiempos de incertidumbre.  Aprovecho este espacio para contarte cómo aplicar este ejercicio me cambió mi percepción de mis ingresos y le dio un propósito a los mismos, dándome mayor paz y control sobre lo que tengo y lo que debo administrar.

Lo primero es abrir 6 cuentas de banco.  Hoy algunos bancos también manejan el concepto de «bolsillos».  He utilizado estas herramientas electrónicas y varias cuentas de ahorros para dividir mis ingresos en 6 propósitos y sobre esa base, tomo mis decisiones de inversión y gastos.  La primera vez no fue fácil, pues tuve que darme cuenta que debía solamente cubrir todas mis necesidades con el 55% de mis ingresos.  Salir de la zona de confort y evitar gastos «hormiga» y pagos recurrentes realmente innecesarios me costó un poco de esfuerzo, pero hoy doy infinitas gracias por haber recibido esta información y haberla aplicado en mi vida.

Sin más preámbulos, estas son las 6 cuentas y los porcentajes sugeridos en cada una de ellas, para que tu dinero tenga un propósito y administres tu riqueza para una mejor prosperidad integral.

  1. Cuenta de la Libertad Financiera: 10% de todos tus ingresos se van a un fondo que permita hacer que tu dinero se reproduzca.  Es el dinero que puedes invertir para que se haga más dinero. Hay una regla de oro: Págate a ti mismo primero. Sin excusas, este es el dinero que NUNCA debes dejar de aprovisionar.
  2. Cuenta del Ahorro a largo plazo: 10% de todos tus ingresos se van a un fondo destinado para cualquier tipo de emergencia.  Este dinero debe siempre estar disponible para su retiro, pues es el que te permite atender imprevisos.
  3. Cuenta del Desarrollo Personal: 10% de todos tus ingresos se van a un fondo que te permite mantenerte actualizado en tus conocimientos y tu profesión.  Estos son los fondos que te permiten «afilar la sierra» como decía Stephen Covey en su libro «Los 7 habitos de la gente altamente efectiva». Este dinero te permite pagar cursos, seminarios, entrenamientos y talleres que agudizan y potencializan tus habilidades para que sepas cómo hacer que el dinero de la cuenta de la Libertad Financiera realmente cumpla su propósito.
  4. Cuenta de Necesidades: 55% de todos tus ingresos crean el fondo que te permite cubrir todas tus necesidades básicas (alimentación, vivienda, impuestos, ropa, servicios públicos, etc).  Ajusta tu forma de vida para que tus necesidades queden cubiertas todas con este porcentaje de tus ingresos.  Es un esfuerzo que vale la pena, en función de tu prosperidad integral en el futuro inmediato.
  5. Cuenta de la Ley del Dar: 5% de todos tus ingresos se utilizan para el sano intercambio de la energía monetaria, bien sea aportando a causas benéficas así como el intercambio de detalles, regalos y compromisos sociales que te permiten mostrar tu generosidad y afecto con el mundo, los que te rodean y los que tienen necesidades.  No hay nada más satisfactorio que ayudar a los demás y aportar generosamente con quien lo necesita a partir de nuestras posibilidades e ingresos.
  6. Cuenta del Ocio: 10% de tus ingresos son para que los inviertas en lo que tu quieras, lo que te gusta, lo que te hace feliz, tus sueños y tus aspiraciones.  Se pueden invertir en lujos, diversión, entretenimiento, viajes, descanso, en consentirte y en hacer que tus ingresos también sean para hacerte feliz.
Entre más rápido tomes acción sobre este hábito, más rápido atraerás la properidad financiera en tu vida. Cada vez que recibas una remuneración económica, debes dividirla en estos porcentajes e inmediatamente enviarlos a sus respectivas cuentas.  Si por tu realidad actual no puedes usar estos porcentajes en cada una de las cuentas, comienza con alguno de ellos, o baja el porcentaje que cada cuenta tendrá en tus primeros años de trabajo en tu Autoestima Financiera.  No hay excusa para no empezar con algún porcentaje por pequeño que sea, pero una vez comiences a ver incrementarse tus ingresos en cada una de estas cuentas, te sentirás más empoderado(a) con tu dinero, más seguro(a) en tus pasos y decisiones de compra y más próspero(a). ¡Empieza ya!

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