La verdadera medida del liderazgo es la influencia. Si una persona no tiene influencia, nunca podrá dirigir a los demás. Y, por supuesto, lo ideal es marcar esa influencia positiva que lleve a los demás a ser mejores en el campo humano y en el campo profesional. Por lo tanto, en la medida que quieras desarrollar tu influencia, te sugiero trabajes en estos elementos que marcarán una diferencia en el ejercicio de tu liderazgo.
– Conviértete un modelo de carácter coherente.
– Usa una comunicación sincera.
– Valora la transparencia.
– Conviértete un modelo de humildad.
– Demuestra tu apoyo a tu grupo.
– Cumple tus promesas.
– Adopta una actitud de servicio
– Promueve la participación entre las personas que lideras.
Siempre recuerda que los títulos no tienen mucho valor cuando se trata de liderazgo. John Maxwell nos enseña que el verdadero liderazgo no puede ser otorgado, nombrado ni asignado. Viene realmente de la influencia, la cual no puede imponerse. Debe ser ganada.